Familias
La infancia no dura para siempre. Pero los recuerdos, sí. Cada familia tiene su propio ritmo, su forma de abrazar, de jugar, de estar junta. A veces más caótica, a veces calma, siempre única. Y aunque cueste verlo en medio del día a día, todo eso merece ser recordado. Estas sesiones no son para lograr una foto perfecta. Son para capturar lo verdadero: los gestos, las miradas, los enojos y las risas. Lo que hoy parece rutina, y seguramente mañana extrañemos. Me gusta trabajar sin poses forzadas. Les propongo hacer la sesión en casa o en un lugar donde se sientan cómodos. Jugamos, nos reímos, se abrazan, cocinan, se esconden, se mojan los pies. Yo estoy ahí, registrando lo que pasa, sin interrumpir lo que son. Porque en un abrir y cerrar de ojos, el tiempo pasa. Y este momento —el de ahora, con sus luces y sus desbordes— también merece ser guardado. También podés regalar esta experiencia. Una sesión de fotos es un regalo que dura para siempre. Ideal para el Día de la Madre, el Día del Padre, para agasajar a los abuelos o sorprender a una familia que querés. Las Gift Cards son personalizadas y válidas para cualquier tipo de sesión.
